La necesidad de planificación y diagnóstico deportivo

Escribe Cristian Cetrángolo (*)

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f45ec7f5-d765-4c71-a43c-f33949634039Muchas veces no le damos la debida importancia a nuestro organismo y a nuestros niveles de adaptación a una carga física determinada. Suponemos que estamos en condiciones de empezar cualquier tipo de actividad física y sin fundamento alguno, buscamos el gimnasio que tenga las mejores máquinas pensando que obtendremos los mejores resultados y lo que es peor aún, en el menor tiempo posible.

Pero esto no es así. El entrenamiento es fruto de una planificación elaborada, en la cual el fundamento fisiológico es el respaldo más grande y los datos obtenidos de evaluaciones protocolizadas para cada tipo de actividad y nivel de adaptación constituyen nuestro el trabajo diario.

Si tenemos un problema en el auto vamos a un mecánico. O si tenemos un problema con un electrodoméstico, solicitamos los servicios de un técnico. Entonces, ¿por qué si queremos empezar un plan de actividad física, arrancamos solos  o decimos sin más: “el lunes empiezo el gimnasio”.

Lo más importante para que la actividad física no fracase en el primer intento es el diagnóstico. Primero médico y luego deportivo realizado por un profesor de educación física.

Porque lamentablemente, no todos estamos en condiciones de emprender la actividad física que se nos ocurra. Hay demasiadas evidencias de esto: lo más probable después de practicar un deporte de fin de semana (fútbol, tenis, entre otros) es que nos duela todo el cuerpo y el cuerpo está  en permanente riesgo de sufrir una lesión muscular o articular. El deporte de fin de semana tiene que ser consecuencia de una preparación sistemática realizada durante la semana.

La planificación del Atleta:

Mediante evaluaciones el profesor puede diagnosticar y planificar el entrenamiento. Haciendo del correr,

Decidir, proyectar y planificar son los pasos a seguir para llegar al objetivo planteado, ya sea para una mejor calidad de vida o optimizar los resultados en deportes de alto rendimiento.

Pedalear o nadar una actividad placentera y por sobre todo, controlada. Sin dudas, el entrenamiento debe ser placentero pero no siempre nuestra condición física lo permite.

Decidir, proyectar y planificar son los pasos a seguir para llegar al objetivo planteado, ya sea para una mejor calidad de vida o optimizar los resultados en deportes de alto rendimiento.

Una cosa es ir al gimnasio y otra muy distinta es tener una planificación individual de trabajo en la cual los objetivos son planteados de acuerdo con la necesidad de cada uno. Hagamos de la actividad física el primer factor de prevención del deterioro de nuestra calidad de vida y no un factor de riesgo más.

Por último, es importante que el atleta que entrena en gimnasios o lugares de acondicionamiento físico se asegure de que la persona que está a cargo de controlar la actividad física tenga un título habilitante como profesor de educación física.

(*) Cristian Cetrángolo.
Profesor cordinador a cargo del “Centro de Evaluaciones Alto Rendimiento”.

Profesor Fisiología del Ejercicio y ayudante de cátedra Teoría y Práctica del entrenamiento Instituto River Plate año 2006-2009.
Preparador físico A.F.A
Colaborador investigación fuerza  y percepción subjetiva del esfuerzo.

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